Los "Claretes", muy populares en algunas regiones de la madre Patria, no son vinos rosados aunque tiendan a parecerse mucho. Considerados por muchos vinos de calidad inferior, cosa bastante discutible en esta época de grandes avances tecnológicos, se obtienen a partir de la fermentación conjunta de uvas blancas y tintas en contacto con sus hollejos.
A diferencia de los vinos rosados (que se procesan mayormente como blancos), el proceso de vinificación se realiza en su totalidad como si de un vino tinto se tratase. Al estar en contacto con los hollejos tintos, el proceso de fermentación extrae cierta cantidad de color y de componentes tánicos que se diluyen por el componente de uva blanca y otorgan a estos vinos cualidades especiales. En general, la convención llama "claretes" a los vinos procesados en tinto con un 75-90% de uvas blancas.
Algunos han querido describirlos como vinos "tintos decolorados", pero la verdad a mi me parece que este termino le acuñaría cierto carácter de "defectuoso" a un producto que requirió un bien estudiado trabajo y una amorosa dedicación para elaborarse.
Nota: El termino "clarete", no tiene nada que ver con la designación "Claret" o "Clairet" con el que se conocen algunos tintos franceses, específicamente de las regiones de Burdeos y de la AOC Borgoña. Estos son vinos tintos con suave coloración y no "claretes" propiamente dichos.
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